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El papel de la sexualidad en el modelo relacional

En el modelo pulsional, la sexualidad es un eje, tanto para el desarrollo humano como para el de las psicopatologías, de tal forma que son las desviaciones o dificultades en este área las que generan los problemas psicológicos. ¿Abandonar el modelo pulsional supone dejar a un lado la sexualidad?, ¿dónde se sitúa entonces esta parte de nuestra vida?

La visión de Freud tiene un antes y un después en materia de sexualidad, al principio el otro tiene un papel esencial pero después desaparece de foco. En su primera aproximación considera que la mente, debido a las seducciones infantiles, sufre una sobrecarga de energía con la que no puede lidiar, el sistema nervioso no puede hacer nada con ese exceso de estimulación. El despertar de la sexualidad en la adolescencia aporta una nueva intensidad a ese trauma y vuelve la sobrecarga, y con ella, los síntomas. Esta primera visión es abandonada por diversas causas, considera que ni todos los casos de neurosis han podido haber sido seducidos en la infancia, ni todos los que ha pasado por esa situación desarrollan síntomas, así que internaliza el problema, ahora los motivos sexuales están en nuestro interior en forma de pulsiones que van a tratar de descargarse, buscamos el placer, el objeto nada tiene que ver, se trata de presiones internas que pugnan por descargarse. Ésta es la motivación básica humana, reducir esas presiones internas, buscar el placer, huir del dolor.

La sexualidad y la agresividad forman parte del remanente animal del ser humano, emergen de una forma o de otra sin la intervención del medio, nuestro trabajo es ayudar a entender que esto es así y sublimar esas tensiones en actividades “civilizadas”.

Esta teoría está muy bien, pero surge un problema que procede de los datos clínicos, aportan otros elementos no acordes con la teoría, uno de los esenciales es la identificación con las primeras figuras, particularmente cuando esas figuras nos hieren y la identificación sigue intacta, si buscamos el placer ¿cómo se explica esto? No lo hace, aquí comienzan a añadirse otros elementos como el instinto de muerte, que se separan cada vez más de los datos clínicos y por lo tanto, de los pacientes. Las teorías no son religiones, no son dogmas de fe, son formas de explicar lo que los datos aportan, cuando los datos expresan algo que la teoría no puede contemplar, debemos mover la teoría. La teoría psicoanalítica tuvo un cierre defensivo, un blindaje que sólo ha permitido su avance fuera de los parámetros oficiales, eso sí, en múltiples direcciones.

Si eliminamos a la pulsión de la ecuación ¿por qué sigue siendo la sexualidad importante en el desarrollo de la personalidad? Diferentes autores han tratado de explicarlo, en general hay dos puntos de vista:

  1. El uso de la sexualidad por sus características como un área en el que se expresan las configuraciones relacionales que hemos vivido, se puede decir que nos relacionamos con la sexualidad de la misma forma que hemos aprendido a relacionarnos en nuestras primeras experiencias.
  2. Otros autores han considerado que la sexualidad tiene significado e intensidad porque nos ayuda a conservar una imagen de nosotros mismos, por la necesidad de conservar un sentido de continuidad y coherencia de nuestro self.

Ambas explicaciones dejan entrever que el hecho mismo de pertenecer a la matriz relacional, es decir estar entre la relación con los otros y el proceso de creación de una imagen propia de quienes somos es más que suficiente a la hora de explicar la sexualidad, sin necesidad de presiones internas que pugnan por expresarse. Creo que la confusión de la pulsión tiene sentido, es fácil llegar a esa teoría y vincularla a la sexualidad por la fuerza de lo biológico en materia de excitación sexual y también por cómo lo corporal domina nuestras primeras experiencias desde el nacimiento, unido al momento histórico en el que la teoría pulsional fue creada. El modelo relacional sin embargo, abarca mucho más que la pulsión, no sólo en materia sexual, nos ayuda a comprender lo que implica ser humano y hacerse humano.

El modelo relacional, según es visto por Mitchell, no supone abandonar la temática de la sexualidad al descartar la pulsión, sino más bien darle a la sexualidad la relevancia que tiene, pero no como el origen y el fin de la teoría, sino como un tema que emerge y va a la relación con los otros, la sexualidad es campo de pruebas, el lugar en el que se ponen de manifiesto muchos de nuestros problemas relacionales. Mitchell habla de esquemas relacionales básicos de búsqueda, entrega y escape, para referirse a esto que aprendemos y que iremos desarrollando a lo largo de nuestra vida, que por supuesto se pone de manifiesto en la manera en la que vivimos la intimidad con el otro. Pero ya no hablo tanto de la sexualidad en sí, como el hecho mismo de estar con los demás, que en la sexualidad se vuelve peligrosamente íntimo. Estos patrones de búsqueda, entrega y escape tienen que ver con diferentes ideas de diversos autores como, por ejemplo: la accesibilidad e inaccesibilidad de los padres, la sensibilidad de los padres ante las emociones del niño, la presión por someterse a lo esperado y querido por los padres y la consecuencia de dejar de ser uno mismo o sentirse como alguien irreal. Al final vivimos entre el deseo de una relación profunda con el otro y la necesidad de crear nuestra propia parcela de ser y que ésta sea aceptada por el otro. En la sexualidad se expresa todo esto, se expresa quienes somos realmente y la capacidad que tenemos de darnos al otro, de confianza e intimidad, los problemas relacionales se expresan a través de la sexualidad en todos los casos. Aunque hay que tener en cuenta que eso no quiere decir que la sexualidad procede directamente de la infancia, ni mucho menos, es un tema que se irá desarrollando a lo largo de la vida.

Espero que estas ideas os ayuden a ver la razón por la que hablar de sexualidad en nuestra profesión no se refiere directamente a modelo pulsional y a teoría ortodoxa, sino que también es un tema en el modelo relacional. En otro orden de cosas, si estáis interesados en la terapia sexual hay un libro de Rosario Castaño que está centrado en este tema, lleva por título La Terapia Sexual. Una mirada relacional y os dejo el enlace por si queréis adquirirlo.

Espero que te haya servido de ayuda este post.

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Lorena Parra. Psicóloga Valencia.

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