¿Cuáles son los tres tipos de violencia que más afectan a nuestra práctica clínica?

Después de revisar en el artículo anterior la violencia asociada al género y naturalizada en nuestra sociedad y cultura, paso a detallar los tres tipos de violencia que Carmina Serrano nos explicó. A veces sucede que conoces a una colega y su presencia te impacta tan profundamente, te llega tanto su valentía, su capacidad para investigar sin descanso hasta obtener respuestas y no simplemente tomar lo aprendido o lo que «se cree», que algo tienes que hacer para que más gente la conozca y aportar tu grano de arena a que eso suceda. Eso es exactamente lo que me ha sucedido con esta autora. Espero que este par de artículos llegue a quienes estén interesados y sea una manera de valorar el esfuerzo de sus muchos años de investigación y dedicación a esta profesión que tantos sinsabores produce.

En el artículo anterior compartí con vosotros algunos conceptos interesantes referidos a la violencia naturalizada en nuestra sociedad, ahora os voy a describir los tres diferentes tipos de violencia que más afectan a nuestro trabajo clínico, que también nos configuran y forman parte de nuestra vida, desde antes de nuestro nacimiento. Es el estado de las cosas. Nuestro trabajo con pacientes implica conocer estos tipos de violencia, es la única forma de que podamos ayudar y comprender algunos escenarios que nos vamos a encontrar en la clínica actual.

Violencia simbólica

Es eso que parece inocuo, tan parte de la cultura, de la manera en la que tratamos la diferencia de género desde la más tierna infancia, que parece inofensivo. Es, probablemente, el tipo de violencia más oculta, la que pasa más desapercibida, pero tan indetectable, que parece convertirse en el orden natural de las cosas. Hay un ejemplo que está muy presente en los cuentos infantiles, los de antaño, ahora parece que los papeles femeninos en los cuentos han empezado a moverse, despacito, pero a moverse. Decía, hay un ejemplo de la princesa atrapada en algún lugar remoto que tiene que ser salvada por el príncipe, las niñas son las rescatadas, los niños tienen que pasarlas canutas hasta conseguir matar, derrotar o lo que sea en cada caso, tienen el papel activo. Eso nos dice qué podemos esperar y qué papel debemos ocupar, el cuento te explica qué es lo que tienes que querer, qué es lo que tu cultura permite que hagas y qué no. Es una suerte que los personajes femeninos de los cuentos, cada vez sean más activos, cada vez tengan un papel mayor en decidir su propio destino, en el futuro sería fantástico que ambos géneros pudieran ser los que salvan y los salvados.

Violencia emocional

Para hablar de violencia emocional, la autora primero nos cuenta que tiene que ver con la distribución de poder en las relaciones de pareja. Si tenemos en consideración la forma en la que se nos transmite nuestro rol en la sociedad como hombres y como mujeres, entenderemos cómo lo naturalizado es que el hombre ejerza el poder. Así ha sido en nuestra sociedad por mucho tiempo, hombres que gobiernan, hombres que dirigen, hombres que transmiten la cultura a través de sus obras artísticas, hombres a los que se les educa para creer que ese es es y siempre será su papel. La violencia emocional se ejerce en este contexto, dice la autora:

«La violencia emocional se ejerce en aquellas relaciones asimétricas en las que el que detenta el poder en la relación descalifica, humilla, discrimina, somete y subordina a quien carece de él, generándose una dinámica relacional traumática que destruye la organización psíquica previa, incluyendo su capacidad defensiva».

Violencia sexual

Carmina nos da estos datos:

  • 45% de las mujeres han sufrido en su vida algún tipo de abuso sexual.
  • 1 de cada 5 menores sufre abuso sexual antes de los 17 años.
  • El último año la violencia sexual ha aumentado un 32% entre la juventud.
  • Entre 2016 y 2020 se han registrado 211 agresiones múltiples en España.

» Todo acto o tentativa de consumar un acto sexual o comentarios, insinuaciones sexuales no deseadas, ejercidos mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito».

Una de las ideas que compartió la autora con nosotros y que más llamó mi atención es que el uso de la violencia en las relaciones sexuales se ha naturalizado y erotizado. La manipulación sobre lo que debemos desear tiene las raíces profundas y la sexualidad se convierte en algo tabuizado por un lado, pero a la vez vivimos en una cultura en la que se incita a consumir sexo como si de un producto se tratara, por el otro.

Contexto patriarcal transmite mensaje patriarcal, así se explica el autoritarismo, la dominación de unos, la sumisión de otros, lo competitivo y lo individualista, sólo que en este caso se aplica a la sexualidad. Convirtiendo la sumisión y el dolor en algo muy deseable, siempre que sean las mujeres quienes lo sufren y si añadimos unos tintes de amor con un hombre dominante y fuerte que sólo tiene ojos para ti, tenemos la novela posmoderna perfecta de cómo convertir la sexualidad en algo que daña a las mujeres, como todo lo demás. Y no he tocado el tema de la pornografía, industria lucrativa donde las haya que contribuye a la educación y al imaginario de adolescentes y no tan adolescentes. Es esencial que no dejéis en manos de la industria la educación sexual de vuestros hijos, el sufrimiento que les acompañará si organizan su sexualidad de esta forma, lo encuentro cada día en la consulta y les impide tener relaciones realistas con otros, y no sólo sexuales.

El afecto, el respeto y el cuidado vinculados al placer no venden. Pero venderán, nuestra sociedad está cambiando, nos queda un trecho largo, pero los pasos ya se llevan dando mucho tiempo, personas como Carmina Serrano han abierto ese camino, han arrojado luz sobre las estructuras dadas, y eso deja espacio para pensarlas y moverlas. Os dejo el enlace del cuestionario ARI (Autodiagnóstico Relaciones Igualdad), un cuestionario que han desarrollado para medir seis competencias necesarias para mantener relaciones justas y saludables.

  1. Regulación emocional.
  2. Autoafirmación.
  3. Asertividad.
  4. Mentalización.
  5. Conciencia crítica.
  6. Sexualidad saludable.

Espero que te haya servido de ayuda este post.

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Lorena Parra. Psicóloga Valencia.

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