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Desde casi su “creación”, el psicoanálisis Interpersonal permanece existente y separado del psicoanálisis freudiano, quedando ambas formas de ver la psicoterapia irremediablemente escindidas, sin posibilidad de un acercamiento que pudiera tomar elementos necesarios de ambas, para construir un modelo, podríamos decir, más completo. El psicoanálisis relacional es el esfuerzo de Stephen Mitchell por encontrar una trinchera entre ambos bandos, por escapar de las confrontaciones políticas.

Uno de los grandes escollos que ha tenido y aún tiene que superar el psicoanálisis tiene que ver con su politización, con la creación de asociaciones y sociedades que han tendido a conservar el legado del maestro, como algo incorruptible e inmutable a lo largo del tiempo. Levenson dijo (y muy bien dicho) que somos hijos de nuestro tiempo y lugar, y el psicoanálisis no está fuera de la influencia del momento y de quienes lo crearon. Queriendo proteger al modelo, a la teoría, lo único que hemos conseguido es arrastrar a nuestra profesión hasta una habitación cerrada, bajo una campana de cristal, recordad que sin oxígeno todo muere. El psicoanálisis interpersonal es el oxígeno que el psicoanálisis había venido necesitando desde hacía tanto tiempo, pero acabó sucediendo lo mismo que ya le sucedió a Ferenczi en su momento, fue condenado a ser considerado un hereje, una separación. Y sin embargo esta separación fue necesaria y comprensible ya que sus ideas no podrían hacer sido incorporadas al pensamiento general, irremediablemente lo harían  cambiar desde dentro. Así que estas separaciones se han basado en el temor, ese temor a cambiar lo dicho antes, manteniendo incorrupta la doctrina, y ese  mismo temor es el que ha venido aumentando la frontera entre el psicoanálisis y todo lo demás.

Pues bien, el psicoanálisis relacional de Mitchell y de otros muchos autores que han trabajado y lo siguen haciendo, ha conseguido por fin que el oxígeno entrase en las viejas teorías, esto ha hecho que debamos renunciar a muchas viejas ideas, pero también nos ha hecho avanzar, ha revitalizado un modelo que hace ya mucho se había asfixiado, desenganchado de los tiempos y de los avances científicos.

Y mucho de lo logrado hasta ahora puede achacarse al esfuerzo incansable de Stephen Mitchell por hacer confluir lo que, hasta entonces, estaba separado. Supongo que después de esta introducción es más fácil comprender por qué Mitchell ocupa un lugar especial entre los psicoanalistas actuales. Y ahora me gustaría aportar algunos datos sobre su vida, esperando que os resulten interesantes.

Aquí van algunos datos biográficos de Mitchell.

Nació en Manhattan en julio de 1946 en una familia judía no practicante, de padre contable y madre procuradora. Cinco años después nace su hermano Richard. Forma parte de una familia muy unida entre sí, ya que vivían muy cerca unos de los otros y  comprometida con los temas sociales.

Desde muy joven comienza su lectura de las obras de Freud, así que al elegir hacia dónde encaminaría sus estudios se centra en la psicología, aunque también estuvo interesado en la política y en la filosofía. En la Universidad de Yale realiza sus estudios superiores, pero hace el Psychology Major  en Historia, Artes y Letras por ser el único interdisciplinario en aquel momento. En 1968 se gradúa suma cum laude y realiza el doctorado en la Universidad de Nueva York, en esos momentos lleva a cabo su primer análisis con el freudiano Richard Mulliken y supervisa con Avram Ben-Avi.

Realiza un año de residencia en el Columbia Psychiatric Institute, y también comienza a impartir clases. A mediados de 1972 decide iniciar su formación psicoanalítica en el William Alanson White Institute que finalizará en 1977. Por esta época comienza su análisis con el interpersonal Milt Zaphiropoulos.

En los años 80 forma parte de los docentes del programa de post-doctorado de la Universidad de Nueva York. Hay que tener en cuenta, que este programa está dividido en dos, por un lado los interpersonalistas y por otro, los freudianos.

En 1983 escribe junto a Jay Greenberg “Las relaciones de objeto en la teoría psicoanalítica”, queriendo mostrar el cambio que se estaba produciendo dentro del psicoanálisis, en lo que a la comprensión de la mente humana se refería.

Su formación interpersonal va a encontrar en las relaciones de objeto de Fairbain el resorte que necesitaba para unir ambos modelos. A partir de aquí va a desarrollar una visión personal de un modelo relacional en el que podemos ir profundizando a través de sus obras y artículos.

En el año 1989 se le ofrece junto con Emmanuel Ghent, Bernard Friedland, Phillip Bromberg y James Fosshage formar un tercer grupo relacional como tercera opción dentro del programa de post-doctorado.

En 1991 Mitchell y Lewis Aron fundaron la revista Psychoanalitic Dialogues: a journal of relational perspectives. Y la Relational book series, que en 1999 publica un libro: «Psicoanálisis relacional. La emergencia de una tradición», escrito por ambos autores.

Y justo antes de su repentina muerte, participó en la creación de la International Asociation for Relational Psychoanalisis and Psychotherapy (IARPP).

Muere el 21 de diciembre en Nueva York, en el año 2000.

Bibliografía

– Las relaciones de objeto en la teoría psicoanalítica (1983)

– Conceptos relacionales en psicoanálisis (1988)

– Esperanza y temor en psicoanálisis (1933)

– Freud y más allá (1995)

– Influencia y autonomía en psicoanálisis (1997)

– Psicoanálisis relacional. La emergencia de una tradición (1999)

– Relacionalidad. Del apego a la intersubjetividad (2000a) 

– ¿Puede el amor durar? El destino del romance en nuestro tiempo (2002)

Os dejo también el enlace de Psicoterapia Relacional en el que podéis encontrar una selección de sus artículos. Así como homenajes a varios autores que, espero, sean de vuestro interés.

En los siguientes posts presentaré algunas de las ideas fundamentales que defendió Mitchell y que han dado sentido al psicoanálisis relacional. Estoy convencida de que os motivará a leer sus obras y a aprender más sobre este autor que ha inspirado a todos los psicoanalistas actuales.

Espero que te haya servido de ayuda este post.

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Lorena Parra. Psicóloga Valencia.

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Fuente: Alejandro Ávila Espada (ed.), (2013). La tradición interpersonal Madrid: Ágora Relacional. Un fantástico libro publicado dentro de la Colección Pensamiento Relacional que es imprescindible.