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¿Cómo afectan las contribuciones del Intersubjetivismo a la clínica?

De la técnica a la práctica en el Intersubjetivismo

Si los intersubjetivistas consideran que con independencia del modelo con el que trabajas o quién eres lo importante es el mutuo impacto y cómo ese impacto se va a trabajar dentro de un proceso terapéutico con otra persona, que tiene también su propia forma de organizar la realidad; está claro entonces que están en desacuerdo con la idea de reglas (os dejo un enlace con algunas consideraciones sobre las reglas en la psicoterapia) que dirijan el proceso de una forma concreta y predeterminada. No tiene sentido para ellos el propio concepto de técnica dentro de su forma de ver el psicoanálisis y es comprensible, lo contrario, sería una incoherencia.

¿Cómo ven ellos el concepto de técnica?

Los intersubjetivistas viven la técnica en psicoanálisis más como lo que se esperaría de una máquina, que cumpliera una serie de condiciones de funcionamiento. Consideran que hablar de técnica supone pensar según el mito de la mente aislada (os dejo un enlace por si queréis profundizar en este tema), como una mente que está haciendo algo sobre otra mente distinta e independiente. Esto va directamente en contra de las bases del intersubjetivismo.

Lo único que tiene sentido según su forma de ver el proceso terapéutico es que cada campo intersubjetivo desarrolle el proceso a su manera y encuentre un encuadre que encaje en lo que ellos necesitan. Cada pareja terapéutica es diferente, no tiene para ellos sentido que todos se rijan por las mismas reglas. Conforme han desarrollado la teoría, los autores han pasado de hablar de campo a hablar de contexto, el campo es algo más físico, basado en cómo ambos miembros convergen y divergen; el contexto se entiende más como elementos que están en relación y en los que de pronto algo cobra sentido. Avanzando en los artículos más actuales de estos autores siempre tengo la sensación de que cada vez se vuelven más abstractos y se encuentran más cerca de lo espontáneo y creativo en sesión.

Consideran que la técnica clásica está orientada a producir en el paciente unos determinados resultados, hacia la búsqueda del insight que permita hacer consciente lo inconsciente. Consideran que esa meta se cae con la evolución del modelo, por eso ahora nos centramos más en la exploración de aquello que emerge en la relación terapéutica, no tiene sentido emplear una técnica que persigue un objetivo obsoleto. Al final la idea no es hacer esta técnica para conseguir esto otro, sino más bien tener una actitud de apertura hacia la exploración de los diferentes significados que van a emerger en la relación terapéutica.

Así que ellos hablan más de práctica que de técnica para referirse a lo que se hace en psicoterapia psicoanalítica.

Pero, ¿qué implicaciones tiene la práctica según la entienden?

  1. Se ocupa de mentes, no de cosas en funcionamiento.
  2. Supone una actitud más centrada en la investigación y el descubrimiento.
  3. No implica reglas, pero sí hacer preguntas para llegar a qué sea mejor hacer con alguien en concreto en este momento concreto.
  4. Tampoco supone que sabemos qué vamos a encontrar en el paciente y cómo solucionarlo de entrada. Sino que consideramos los contextos en los que el paciente se ha desarrollado y con qué recursos cuenta la actual pareja terapéutica.
  5. No se aprende en base a normas que se pueden enseñar tal cual y ser válidas para todos.
  6. Sólo quien está fuera de consideraciones técnicas puede captar el interjuego particular entre dos subjetividades concretas, puede captar la espontaneidad y la dinámica.

Definen el trabajo analítico por la actitud que tiene el analista con el material que aporta el paciente y también por el proceso que se pone en marcha mediante las comunicaciones del paciente. Consideran que los analistas deberían liberarse de sus reglas como una única vía para poder utilizar sus propios recursos creativos.

Desde su visión contextualista somos un punto de vista limitado de lo que nuestros pacientes nos traen, por eso la actitud más adecuada es la autorreflexión abierta y constante, poner en duda la teoría y hasta la propia experiencia particular. Más que proponer una técnica concreta ellos promulgan una actitud que tiene que ver con permanecer con nuestros horizontes abiertos, centrados en identificar los contextos que han llevado a desarrollar una determinada organización de la experiencia y que esto nos permita arrojar luz sobre ellos y finalmente ayudar a reorganizarlos.

Es mi gran problema con el intersubjetivismo, el tema de la técnica, la psicoterapia dialytica y el psicoanálisis relacional tienen una consideración de la técnica dentro del trabajo analítico que es más acertada desde mi punto de vista. Escribiré más adelante sobre esto, creo que es utópico el considerar que debemos abandonar todo propósito y simplemente sumergirnos en la relación. Es bastante probable que si hacemos esto el caso se alargue innecesariamente, la validación y el reconocimiento son esenciales en el trabajo analítico, pero no son lo único que podemos hacer. No pienso que sea necesario deshacerse de la técnica para poder dejar emerger la creatividad de cada cual, la psicoterapia es, sin duda, un trabajo creativo, en cada pareja terapéutica. 

Espero que te haya servido de ayuda este post.

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Lorena Parra. Psicóloga Valencia.

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