¿Cómo me relaciono con los demás?
¿Qué es el Conocimiento Relacional Implícito?
El CRI es una aportación del Boston Change Process Study Group (BCPSG), un grupo de autores que se basan en estudios de relación madre-hijo y sistemas dinámicos no lineales para explicar el cambio psíquico.
¿Qué es?
El CRI es un conocimiento puramente procedimental que los bebés desarrollan en su relación con los adultos que le rodean, en general podemos hablar del conocimiento adquirido de nuestra forma de estar con otros, que no se circunscribe a la infancia sino que se desarrolla posteriormente, incluido por supuesto la forma en la que el paciente se relaciona con nosotros como terapeutas. Un bebé ya sabe qué tipo de aproximaciones afectivas son aceptadas o no por los adultos con los que se relaciona y actuará en consecuencia, y por supuesto esto le ayuda a predecir cómo se comportará el adulto en el futuro.
¿Cómo funciona?
El bebé tiene la capacidad de darse cuenta de cómo lo que él hace impacta en los otros, cómo responden los otros a eso que él hace, podemos decir que desarrolla patrones para conseguir las respuestas que necesita para que sus necesidades queden cubiertas. Así el bebé va testando qué hace él y cómo se comporta el resto, quedándose con aquello que le conviene más. Si un bebé arroja un objeto fuera de la cuna y no hay nadie observando pronto se dará cuenta de que el objeto no va a volver solo, pero si lo arroja fuera estando alguien presente, entonces esa persona le devolverá el juguete. A partir de varios ensayos arrojará objetos sólo cuando haya alguien presente, porque es la única forma de recuperar aquello que lance.
Esto no se produce sólo con las acciones más físicas, también con las emocionales, un bebé que demanda atención afectiva de sus padres a través del contacto físico, si es rechazado dejará de establecer contacto físico y de demandar afectos, porque no espera recibirlos y porque aprende que la forma de no recibir rechazo es no demandando.
No pierdas de vista, la siguiente historia…
Hace relativamente poco tiempo vi una película que se llama Criadas y Señoras, una de las criadas trabaja en casa de un matrimonio que tiene una niña pequeña. La relación de la madre con la niña no es una relación afectiva en absoluto, de hecho en varios momentos de la película la sensación que transmite es más de rechazo que de cariño. Cuando eso sucede y la madre deja a la niña en manos de la criada, no haciéndose cargo de ella, la criada se pone de rodillas en el suelo a la altura de la niña y le dice siempre las mismas palabras: “Eres buena, eres lista, eres importante, no lo olvides”. El mensaje puesto en palabras tiene potencia en el adulto que, como yo, ve la película, y en la niña cuando recuerde esos momentos en el futuro. Sin embargo lo que indudablemente tiene impacto para ella, en ese momento en que su madre no puede o no sabe cómo hacerse cargo de ella, en esos momentos en los que siente su rechazo, hay alguien que se toma el tiempo de pararse, decirle unas bonitas palabras, darle un beso y un abrazo y encargarse de lo que necesite. El impacto que eso tiene en ella aporta un consuelo, una tranquilidad y un amor que va mucho más allá de lo que somos capaces de explicar con palabras y muestra toda la fuerza de lo procedimental. Y no es que esas relaciones sean importantes para nosotros, es que esas relaciones forman quienes somos.
¿Cómo genera cambios el CRI?
Se entiende así que el Conocimiento Relacional Implícito que se obtiene en tratamiento se produce y genera cambios a través de la propia relación que se establece con el terapeuta y esto no es algo que se pone en palabras, sino que simplemente es algo que se actúa. El cambio se produce como consecuencia de relacionarse con una persona que está preparada para convertir esa relación en el eje de su transformación. En cada caso la relación que se desarrolla es diferente, no sólo diferente para el paciente en función de su entorno, sino también distinta para el terapeuta en función de sus otros pacientes. No establecemos las mismas relaciones con las distintas personas que nos consultan, desarrollamos relaciones con las características que cada paciente “demanda” por su historia particular.
El estudio de los sistemas de memoria, en concreto la memoria de procedimiento, y dividir lo inconsciente en dos, el dinámico y el procedimental, nos lleva a considerar los tipos de conocimiento que podemos extraer de una psicoterapia psicoanalítica.
Como os conté en el post Objetivos del blog, la interpretación ha sido la herramienta fundamental para acceder al material alojado en el inconsciente, pero el descubrimiento de la parte procedimental nos lleva a considerar que hay otra parte del conocimiento que no tiene que ver con hechos que pueden ser verbalizados, sino que estaríamos hablando de las diferentes formas que el paciente ha ido desarrollando de relacionarse con otras personas.
Existiría por tanto un conocimiento declarativo al que acceder a través de la interpretación, este tipo de conocimiento está representado de forma verbal, el terapeuta hace una interpretación al paciente que le ayuda a darse cuenta de algo, que no había tenido en consideración antes. Es algo que puede ser explicado con palabras tanto por parte del terapeuta, como por parte del paciente, y es en él en quien se va a producir un cambio fruto de esa nueva comprensión.
Sin embargo, el conocimiento procedimental que extraemos del tratamiento no es explicado con palabras por ninguno de los intervinientes, y es justo aquí donde ubicamos el concepto Conocimiento Relacional Implícito, también denominado en sus siglas CRI.
Espero que te haya servido de ayuda este post.
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Lorena Parra. Psicóloga Valencia.
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